04 julio 2005

Resistencia al dolor.

Debido a que el tajito de mi operación ha presentado algunos problemas en su cicatrización, y requiere curaciones periódicas, he podido comprobar, una vez más, que mi resistencia al dolor físico es mínima. No me desmayo cuando veo sangre ni grito al primer síntoma de dolor, pero... al contemplar la herida o al sentir cierto dolorcillo, ayayay... poca tolerancia. Me da un poco de rabia conmigo misma, porque sé que hay cosas peores, y me pregunto si las resistiría. Si me torturaran, por ejemplo, caería muy luego. Eso no es bueno. Y me siento débil y malhumorada.

Los otros dolores, sin embargo, creo tolerarlos mejor; y me parece una contradicción.

6 comentarios:

yo dijo...

Hi
GRRRRRRRRRR que láta que te duele, no te sientas mal por tener la resitencia dolorística que tengas, es lo que hay y afortunadsmente el tpo de la tortura ya pasó y esperemos que para no volver. Animo.
katinita

Ceci dijo...

Pucha, cuídate mucho. Porque ese dolor pasará pronto. En cambios los otros dolores son traicioneros. Crees que una herida está cerrada y, cuando menos lo piensas y esperas, el dolor ataca de nuevo.

Mister Duncan dijo...

uuuy, pobrecita, espero que se recupere luego, saludos.

J.C. dijo...

Bien, a pesar de todo lo que dices, probablemente tienes un umbral del dolor más alto que el 95% de los hombres. Así que imagina como es la cosa para nosotros.

Érika B Carrillo dijo...

Para el malhumor, una dosis de Fernando Arrabal. Es tan oscuro que al leerlo sacas todo ese coraje. Se burla del mundo, del dolor, crucifica a dios en un poste y convierte a la humanidad en perros para que se orinen en él. En fin, cosas de esas.
Entre tanto, su humor ácido y delicioso, te llevará de carcajada a carcajada.

Cuídate, Nadia.
Besos.

nadine dijo...

Que te mejores... cuidate mucho y descansa, que es lo mejor :)