Pienso en la diferencia entre lo que vivió uno y lo que sucede en la actualidad, donde hay que llenar a los niños de diversiones y talleres, pues de lo contrario poco menos eres un mal padre. A mí me llevaban junto con mi hermano a ver la película del momento y sería, había que entretenerse solito mayormente. Bueno, lo de "diversiones y talleres" va para el grupo socioeconómico que puede pagarlo, aunque ahora las familias hacen bastantes esfuerzos para más de una salida, siendo las más comunes el cine, y en Santiago, Fantasilandia o Mampato y Parque Metropolitano (que incluye depende del interés y bolsillo Funicular, Zoológico, Teleférico, Jardín Japonés y Cumbre).
Además, recomiendo el Planetario, la Biblioteca de Santiago y los Museos del Parque Quinta Normal. Me quedo corta, por cierto; la oferta es muy amplia y diría que mencioné lo más clásico. Salir con los niños por varios días fuera de casa es bueno, cambiar de aire les hace bien a todos, y ojalá desconectarse un poco, aunque sea un poco, de los celulares. Lo bueno de los viajes es que se experimentan la emoción de conocer cosas y escenarios nuevos.
Si no tienen la oportunidad de salir la pista se pone más pesada, casi todo porque la infancia y adolescencia de hoy es indoor por su vinculación con los aparatos electrónicos, y si no hay un adulto con suficiente autoridad sobre ellos no es fácil que varíen de actividad si no lo desean... suena terrible, pero así están las cosas, por ejemplo que hagan manualidades, cocinen, lean, o jueguen con vecinos si el tiempo lo permite. Así que, el creativo y persuasivo debe ser el adulto a cargo. Espero que disfruten sus vacaciones quienes tengan esa posibilidad.
