30 julio 2014

Ordenando.

Se dice que al ordenar cosas externas, por ejemplo el closet, la cocina, etc., se van ordenando también, de alguna manera, tu pensamiento, aspectos de tu interior. Si bien soy un poco temerosa de que aparezcan arañas y otros bichos, he comprobado que es verdad, y es una sensación bastante agradable.

Creo que esta necesidad de poner las cosas en orden surge de lo ocurrido en torno a la muerte de mi abuelo y la cercanía de mi cumpleaños, temas que inevitablemente me hacen pensar y tomar acciones respecto de mi vida. 

Hoy una persona conocida mía (virtualmente hasta el momento) tenía como himno la canción "Hoy puede ser un gran día", de Joan Manuel Serrat. Sí, sé que es así, pero yo tengo que luchar fuertemente con mi tendencia a ver el vaso medio vacío; por ejemplo, uno de mis pensamientos recurrentes ha sido esta mañana: "qué lata este día gris y frío, no me dan ganas de hacer nada". Y no me siento particularmente deprimida, son rayos que se escapan de mi mente casi sin que me dé cuenta. Claro... lo que haré es simplemente expulsar ideas de ese tipo cuando me doy cuenta de ellas, por mucho que cueste, y así mantener el cajón de mi mente más despejado y preparado para recibir más y nuevos pensamientos positivos :)