06 mayo 2014

Sobre el día de la Madre.

Ayer domingo la Revista Mujer se dedicó al día de la madre, comercialmente, este domingo 11 de mayo, con ideas de regalos, notas y reportajes sobre el apego, mamás famosas y sus hijas, etc. Me gustó, harta publicidad eso sí, pero no es de extrañar. 

A mí me gustaba, con mis hermanos, llevarle desayuno a la cama a nuestra mamá; creo que es un bonito regaloneo que entre paréntesis me gustaría experimentar con más frecuencia (porque los desayunos a la cama que te llevan cuando estás hospitalizada no valen). También me gustaba escribirle tarjetas, costumbre que lamentablemente abandoné... ¡pero nada impide retomarla!. 

Yo llevo 5 años siendo mamá, aunque he experimentado intensamente el lado oscuro de serlo, cuando quieres mandarlo todo a la punta del cerro... pero tu hija o hijo sonríen o te abrazan y lo que se siente no tiene comparación alguna... 

Me gusta que exista gran cantidad de información en la que uno se puede apoyar (sabiendo seleccionarla bien) respecto de la maternidad, y por cierto, blogs y comunidades de madres (y en ocasiones también de padres, tratándose de las relaciones con los hijos en general) que se han formado en el mundo.

Pero volviendo al día de la madre, para mí es un día si bien inventado y comercial, que de todas maneras tiene su gracia. OK, todos los días son día de la madre y hay que procurar siempre tener buenas relaciones con ellas, ojalá demostrarles nuestro afecto y demás, pero yo igual me dejo llevar y le doy una connotación especial, entonces las mamás tienen este día suyo especial y sus cumpleaños (los niños se pasan sí, pues tienen cumpleaños, Navidad, día del niño, Halloween, la visita del conejo de Pascua,  todo casi como derechos adquiridos). No hay para qué hacer megaproducciones, para mí basta algo simple, que uno sepa sea de su agrado y quede contenta.

Una cosa que me entristece en lo personal es que mi hija no parece entender qué significa este día, como varias otras cosas, mucho más importantes, que no sé si logra entender o no y otras cosas que derechamente no comprende. Es así, con ella el lenguaje se maneja a otro nivel, y yo aún estoy aprendiendo a comunicarme con ella, a tratar de entenderla. Sé, de todas maneras, que lo más importante es lo que yo tenga para darle, no esperar nada sino lo que naturalmente surja de ella.

01 mayo 2014

Punto de inflexión.



Casi casi ha hecho falta que esté llena hasta el cuello y quiera expulsarlo todo para llegar hasta acá. Se trata de necesitar bastante fuerza de voluntad y apoyo externo (que afortunadamente, nunca me ha faltado).

Si no empiezo YA las consecuencias serán serias, si es que ya no lo son en el presente.

Este blog no trata de un solo tema, sino de cosas sobre las que opino y cosas que me pasan... no será por tanto un diario sobre cómo intento bajar de peso, pero sí consignaré lo que considere importante. 

La alimentación es el primer tópico a considerar. He leído bastante sobre nutrición (en simple, nada muy técnico) y comida saludable, pero me quedo en la pura teoría. Y también, hace más de un año, un libro de autoras chilenas sobre "el rollo" del sobrepeso, las causas sicológicas; y claro... me vi reflejada.

Bueno, enfrentada a mi principal enemigo-amigo, el azúcar... ¿dejarla? ¡imposible! Reducirla sí. Es que si me prohíbo algo en materia de comida, más ganas me dan (claro, obviamente si es algo rico, ¡porque me encanta comer!). ¿Dejar las carnes rojas? mmmm... en la actualidad consumo muy poco, y magra, así que no hay problema. En lo que sí experimento contradicciones es en la información circulante sobre alimentación, que esto sí, que esto no, que esto es veneno, que lo otro produce cáncer... y la carne, uf, cuánta cosa mala se dice, hasta he llegado a considerar ser vegetariana, por qué no (extrañaría el sabor, pero hay todo un mundo por descubrir en materia de preparaciones sin carne).

El segundo tópico, el ejercicio. La verdad es que una vez que empiezo, me agrada hacerlo, pero eso es lo que me resulta difícil, empezar. 

En fin, no más excusas. De todas maneras, si tuviera el dinero para operarme (banda gástrica u otro sistema) no lo haría pues mi exceso, aunque no es menor, puede combatirse por vías más naturales, y con esto no critico en absoluto a quienes sí optaron por ese camino, pues sé por experiencia lo difícil que es la lucha por bajar de peso. No seré inflexible conmigo misma porque no funcionaría, pero sí creo que resultará ponerse objetivos a cumplir.