19 octubre 2019

Estado de emergencia en Santiago.

Lo que está sucediendo en Santiago, que partió con llamados a evadir masivamente Metro y Transantiago ante alza de pasajes y escaló hasta culminar con serios destrozos tanto en el Metro como en las calles, es ciertamente señal de un descontento social con raíces profundas.
En lo personal, el viernes me tocó caminar y alojar en una casa que no era la mía ante dificultad para tomar locomoción cuando salí del trabajo (nos permitieron salir más temprano eso sí) y hoy sábado en la mañana caminar por Providencia hasta Plaza Italia para tomar micro, lo que me permitió ver destrozos que iban desde basureros quemados hasta locales comerciales con sus vidrios quebrados. Iba escuchando las noticias en ambas caminatas, enterándome de otros acontecimientos, añorando el uso de mi querido Metro y dolida de ver tanta destrucción, resultado de una violencia enorme que no puedo justificar.
Como dije antes, hay un descontento importante que se acumuló, llegando a una crisis de la que quizá se puedan lograr acuerdos sociales (¿o soy muy ilusa?).
Sobre el estado de emergencia en sí, ojalá no hubiese que aplicar tan alto grado de militarización en la ciudad...
Revisando mi Instagram, hoy vi una invitación a una meditación grupal a la que no dudé en sumarme, dirigida por la sicóloga y terapeuta Lita Donoso, para -en simple- enviar buenas energías a la ciudad. La idea es que el miedo y la violencia no superen al Amor. Los días que vienen probablemente serán difíciles, pero nunca hay que perder la esperanza.

11 octubre 2019

Un comienzo.

Esta nueva entrada es el comienzo de algo, un testimonio al cierre del día de la salud mental, en todo caso un atisbo de lo que es mi historia, que estoy cierta algún día contaré aquí o en otro lugar.

En alguna ocasión he dicho que he acudido a terapia, y en más de alguna ocasión he mencionado que he pasado por períodos de depresión. Pues sí, en mi vida ha habido eso y más. El tema empezó a los 15 años y se ha presentado sucesivas veces, causando mucho daño no sólo a mí, sino también a mi  entorno. Actualmente se habla de "autocuidado"... el que va en que una vez que ya has pasado por un episodio ya sea de depresión o de otra alteración del ánimo generalmente estás en condiciones de identificar las primeras señales, y puedes pedir ayuda, y otras... cierto... te dejas estar, y no lo haces, con consecuencias que pueden ser nefastas.

Quiero recomendar enfáticamente a cualquier persona que se sienta decaída, o estresada, o superada por las circunstancias de la vida, que siempre PIDA AYUDA; siempre será clave hacerlo, no será menos por eso; también hay un ejercicio muy bonito que consiste en dar conscientemente gracias a diario por una cosa a lo menos. En lo personal yo he aprendido mucho de cada crisis, en algunos casos  las llamo "despertares", porque eso han sido para mí.