17 enero 2013

Reflexión encanecida.

Me gusta sentir la cara despejada cuando tengo que estudiar alguna materia o cuando hace calor. Ayer, al hacerme un moño frente al espejo del baño, surgieron nuevamente mis canas en todo su esplendor, y vi que igual son hartas.
 
Había decidido hace bastante tiempo no teñirme, por varias razones, pero la imagen que el espejo me devolvió me hizo dudar por un momento. Al ser mujer, las canas son un tema, sobre todo porque somos bombardeadas por la publicidad y la imposición de ciertos cánones de belleza que han creado casi la obligación de teñirse.
 
El punto es que al mirarme me sentí vieja. Y odié esa sensación. Sé que lo esencial es la actitud, tener el espíritu joven, y eso es lo que me está faltando.

05 enero 2013

2013, un año de desafíos.

   Es cierto que cada año es un cuaderno en blanco que vamos llenando con nuestras acciones y circunstancias... cada año trae nuevos desafíos que enfrentar. Pero en esta ocasión me siento diferente, algo más entera como para empezar este nuevo ciclo.

   No hice balance del 2012 (y eso que lo considero un buen ejercicio), apenas he tenido tiempo de plantear mis principales propósitos en términos generales, y es en el cumplimiento de esos propósitos donde están mis grandes desafíos de este año.

  A diferencia del 2012, que no fue un mal año pero que me tuvo esforzándome en ciertos puntos básicos no del todo logrados, quisiera cerrar el cuaderno del 2013 habiendo escrito los respectivos tickets al lado de mis propósitos de modo de quedar satisfecha. Y si no he logrado alguno, quedar con la convicción de que me esforcé al máximo.

   En las últimas semanas una enfermedad, más que eso, un cuadro complejo de salud ha surgido en un miembro de mi familia. Eso altera la vida en varios sentidos, y es un desafío inesperado que se nos presenta.Veremos cómo se van desarrollando los acontecimientos, pero creo que lo esencial es tener fe y tranquilidad.