01 septiembre 2014

Gracias por un año más.

Llegué a la semana crítica; me miré al espejo y ya se advierten  signos físicos de vejez, pero los que más me preocupan son los mentales: ACTITUD es lo que cuenta, y acciones "antioxidantes".

Pero ahora veo rayos de luz pues escribo y escucho una hermosa canción de Pedro Aznar, "A primera vista". Bueno, algo así fue lo que me pasó con mi marido... me gustó de inmediato, pero tardamos un tiempo, luego de no vernos y de pasar por una fase de amistad en que igual había atracción, en estar juntos. Un mes de enero nos conocimos, un mayo empezamos a pololear, otro enero nos casamos y un mes de abril nació nuestra hija. 14 años de compañía en momentos buenos y malos, es poco menos que un tercio de mi vida, y aunque a veces no lo parezca, lo valoro un montón.

También valoro y agradezco tener una familia (especialmente padres y hermanos, pero sin olvidar a tíos, primos y abuelas) que me quiere, cada uno en su modo especial y particular. La distancia ha sido una prueba importante, pero la hemos salvado creo yo.

Mi hija, Rayén, que llegó para darme a mí y a su padre innumerables lecciones y momentos gratos. Con ella, un nuevo nacimiento y un camino sinuoso, no fácil pero ciertamente con varias recompensas.

Mis amigos, "pocos pero buenos", con quienes el afecto se mantiene intacto a través del tiempo.

Por todo lo anterior, por el hecho de estar viva, por cumplir un año más, estoy sumamente agradecida.