12 septiembre 2011

Accidente en Juan Fernández.

Puedo dividir mis impresiones sobre el accidente en Juan Fernández: centrarme en la figura de Felipe Camiroaga y reflexionar sobre la muerte.


Un animador de televisión que ha estado presente dirigiéndose al público hace más de 20 años se hace parte de la vida cotidiana, en especial últimamente, al animar un espacio matutino. En lo personal siempre me gustó, por guapo, por simpático; algo pintamonos quizá, pero igualmente encantador y talentoso. Incluso vi las teleseries en que participó y sus programas menos exitosos. Me interesaba saber cuáles eran sus pololas y leía sus entrevistas, donde se dejaba entrever una faceta más reflexiva, su amor por la naturaleza, qué opinaba sobre el medio en que trabajaba. En los últimos días he quedado admirada por los numerosos testimonios que daban cuenta de un corazón generoso... tanta gente hablando bien de él no puede ser adulación ni buena crianza...


Por otro lado, la forma en que murieron las 21 personas hace que uno se plantee algunas cosas: primero, como dije en mi facebook, enviar energías positivas y fuerza a los familiares que pasaron y continúan pasando un momento tan difícil al perder un ser querido de manera tan brusca y chocante; también, inevitablemente, la postura de uno acerca de la muerte. Sería un poco largo tratar eso acá, en estos momentos al menos, ya que se pueden señalar tantas cosas, pero sí puedo decir que ojalá la muerte te encuentre haciendo el bien y sin estar enemistado con nadie.


Y nuevamente, los que creemos en Algo o Alguien Superior, pidamos por los familiares y amigos, así como por la paz de las almas de los fallecidos.