Mis primeros recuerdos en torno a mi abuelita Olivia tienen que ver con los fines de semana, pues sábado o domingo íbamos a verla a ella y a mi abuelito, en un recorrido a bordo de una micro de esas de colores, de un extremo a otro de la ciudad.
Ella se esmeraba mucho en preparar el almuerzo y la once al recibirnos, cocinaba rico; especialmente, para mí, el olor y el sabor de su pan amasado son inolvidables...
Gracias a las fotos he podido apreciar cómo era cuando abuela joven y su pelo aún no tenía canas, presente en todos mis cumpleaños de niña.
Mi abuelita, hasta antes de casarse, vivió en un pueblo de la región de Bío-Bío. y estudió para ser modista en Concepción. El tener ese oficio, ya casada, fue el motor para iniciar lo que hoy diríamos su "emprendimiento" de costurera, y aunque los primeros años pasaron apreturas como familia, con el tiempo lograron estar mejor. Me vi beneficiada por su habilidad, al vestir lindas prendas hechas por ella, cuando era chica.
Por supuesto,no puedo dejar de mencionar su habilidad para contar historias, generalmente familiares... gesticulaba, abría grande los ojos y nunca faltaba su toque de humor.
También puedo decir que fue una mujer de corazón generoso... su casa siempre estuvo abierta para familiares o conocidos que pasaban algún apuro y necesitaban alojamiento en la ciudad.
Otra arista de su persona fue su conocimiento acerca de las hierbas naturales y la naturopatía. Por ejemplo, recuerdo claramente las veces en que me aplicó cataplasmas de barro para aliviar dolores estomacales... ¡y funcionaba!
Pero la vejez llega, sin piedad, y en su caso la fue deteriorando de a poco... sus manos ya no cosían ni cocinaban, y estaba bajo el cuidado de mis dos tíos. Era duro intentar una conversación con ella, pues a los pocos minutos olvidaba todo, y tampoco reconocía a sus familiares.
En sus últimos días perdió totalmente el apetito, ahí intuimos que era cuestión de tiempo, y así fue.
Querida abuelita, siempre vivirás en mi recuerdo.
2 comentarios:
Lo que escribiste me hizo recordar a mi abuela paterna, la que amé y aún sigo amando... Me reencuentro con ella en sueños... Gracias por llevarme a ese pasado maravilloso, al cual volvería encantada.
Un gran mujer …..elegante, fuerte y cariñosa, fue la abuelita de la familia.
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