A pocos minutos de haber finalizado el día internacional de la mujer, me he podido sentar a escribir una pequeña reflexión sobre el tema, porque no quiero dejarlo pasar. En los medios, en redes sociales, en la calle, se vivió este día desde los diversos puntos de vista que pueden darse... lo importante para mí es que se hable, se comente, se reflexione... así fue y espero que así siga siendo en el futuro.
Crecí en un mundo bastante femenino, ya que en mi familia destacaron siempre las mujeres fuertes que fueron mis abuelas, mi mamá, y que fueron y siguen siendo mis tías. Somos más primas que primos, y todas mis primas (y también mi hermana) son profesionales realizadas en su área. Mis abuelas (ambas emprendedoras, una comerciante y la otra costurera), mamá y tías (cada una desde su quehacer) son ejemplos para mí, al mismo tiempo que recordatorio de los errores que no quiero repetir, pues así son las lecciones de vida, en uno y otro sentido. Mi educación, por opción familiar, fue cursada en colegios de mujeres, parte de la básica en un colegio de monjas y luego en un liceo de excelencia académica, por lo que nunca sentí que algún área del conocimiento no fuera "recomendada" para mí por ser mujer, y el lenguaje y el ambiente me eran cómodos por ser puras mujeres... ahora, aquí hay un punto, pues no obstante lo anterior, creo que debemos caminar hacia la educación mixta en la totalidad de los colegios, puesto que el mundo es diverso y eso debe verse reflejado en los establecimientos educacionales (de hecho, en lo personal me tomó tiempo aprender a convivir con hombres en la universidad, por una mezcla de personalidad y escasez de instancias previas).
Además de las mujeres queridas de mi familia están, por supuesto, mis amigas... son pocas, pero constituyen uno de mis tesoros más preciados, y un gran apoyo a lo largo de la vida, donde hemos vivido gratas experiencias juntas y nos hemos acompañado en lo que es ser mujer en la actualidad.
Por ser una persona que ama aprender, las profesoras y maestras que he tenido a lo largo de mi existencia, aquellas que me han marcado con sus enseñanzas, guardan un lugar destacado en mi corazón, y lo mismo puedo decir de escritoras que me han llevado a viajar por sus mundos, a reflexionar y hacerme plantear distintas inquietudes. Para finalizar, y dentro de mi proceso constante de autoconocimiento, agradezco enormemente a las mujeres que me han guiado en diversas instancias de terapia.
2 comentarios:
Es un agrado leer tus escritos.
Anónimo, muchas gracias!
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