Termino el día cansada, pero aliviada por una buena noticia respecto de la salud de mi madre. Hay algunos detalles, eso sí, que dependerán sólo de su voluntad de mejorar.
Me impresionó ver en un solo lugar tantas personas enfermas de lo mismo, acompañadas de familiares o amigos. Y el ambiente era de clínica, pero igual como dije harta gente, y por un momento vino a mi mente toda la industria que hay detrás... es que me estoy volviendo más "alternativa", por decirlo de alguna manera y estoy creyendo más en las causas emocionales de las enfermedades, y en un tratamiento que apunte a ello. Sin embargo, en mi propio caso, "debo partirme en dos", ya que temo que si dejara el tratamiento convencional quede de nuevo la embarrada en mi vida; pero en el fondo de mi ser... quisiera intentar con todo el otro camino, no limitarme a lo que he hecho hasta ahora.
A veces estos modos de mirar la salud humana se enfrentan, y se le denomina a la que propone un camino más emocional, espiritual, y/o centrado en la naturaleza, "alternativa", y otras veces pasa a llamarse "complementaria". Me estaría casando con la segunda nomenclatura, pero repito, quisiera poder creer más en el camino alternativo. Bueno, no es sólo cosa de creer, se estudia, uno se documenta y decide. A veces es difícil decidir, por ejemplo, en el tema de las vacunas, se ha llegado a presentar recursos contra padres que se niegan a vacunar a sus hijos porque no creen en su real efectividad y porque incluso han habido casos de severos daños causados por el mercurio presente en ciertas vacunas.
Igual, tomo infusiones de hierbas, he ido a sesiones de sonoterapia (la recomiendo) y he tratado de meditar, esto último hasta ahora me resulta muy difícil, mi mente me juega malas pasadas. No cederé en mis intentos, porque los beneficios de la meditación se han comprobado hasta científicamente.
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