06 noviembre 2023

Un musical conmovedor.

 El viernes 27 de octubre, tuve la ocasión de ir con mi hermano a ver el musical "Casi normales" (@casinormalescl) en el Teatro Municipal de Las Condes , habiéndome ganado las entradas en un concurso organizado por @puro__teatro.

Yo veía siguiéndole la pista hace algunos meses, sabía que se estrenaba en octubre... me encantan los musicales, pero éste tenía un plus para mí, ya que la protagonista lidia con un tema de salud mental, y la obra muestra las consecuencias familiares, sociales y médicas que ello conlleva.

La mezcla de texto, actuación y música resulta poderosa, se mete hasta el alma, sin  exagerar, y emociona profundamente... las lágrimas se deslizaron por mi cara más de una vez, y yo soy una persona que no llora con facilidad, aunque esto último se debe más bien a que tiendo a reprimir la pena, no a expresarla (uno de los asuntos que estoy trabajando).

Las actuaciones eran excelentes: Elvira López, como la madre con trastorno bipolar; Néstor Cantillana, el padre de familia; Francisco Dañobeitía, el hijo; Claudio Ravanal, siquiatra de la madre; María Pedrique, la hija y Juan Carlos Maldonado, el pololo de la hija. Afiatados, buenas voces, un gran trabajo en equipo que por supuesto incluye la banda (música en vivo) y todas las personas a cargo de los aspectos necesarios para sacar la obra adelante.

Las canciones están en  Spotify, en inglés eso sí (la obra fue un éxito en Broadway), y volviendo a la suma de todo, hubo momentos que resultaron tan conmovedores para mí en parte por empatía y en parte porque yo había vivido experiencias similares, lo cual por cierto hizo que "Casi normales" se convirtiera de inmediato en una obra que queda en un lugar muy especial dentro de mis experiencias artísticas (me refiero a aquellas que uno vive como público o espectador, lector, etc.), y que, tengo la certeza, admite por mi parte el deseo de verla por una segunda vez y otras más. 

25 enero 2023

Casi accidente

 A escasos días del año nuevo, mi familia marchaba al litoral central por la autopista... mi papá iba conduciendo, yo  acompañando adelante y repentinamente, una escena de película de acción. Un vehículo adelanta velozmente, choca con la barra de contención, gira repetidas veces y vemos cómo se va destrozando hasta parar... sin embargo la pareja que iba allí no sufrió mayores daños, por lo que fugazmente pude apreciar. Mi papá en tanto, mantiene el control del auto y sigue su camino, para detenerse más adelante y comprobar si hubo algún daño (afortunadamente no, sólo esquirlas en el parabrisas).

Todo esto pasó en segundos a la vez que mi percepción del tiempo se alteraba y se hizo imposible de medir, dándome ocasión de llegar a pensar que sencillamente íbamos a chocar y quedar en quizás qué estado. Primero estábamos todos exaltados y profundamente aliviados... Cuántos accidentes automovilísticos fatales ocurren a diario y cuánto aumentan para las fiestas!! Accidentes en que quedan heridos y no muertos, en mayor cantidad... No nos sumamos a las estadísticas, gracias a Dios, y en lo personal, debo decir que ha sido un punto más de inflexión en mi vida, y el año nuevo tuvo una especial connotación.